04 diciembre, 2009

Imaginando el 2010 - Proyecciones del Presupuesto Nacional, CABA y privados.

La Ley de Presupuesto constituye una de las herramientas más importantes para diseñar el funcionamiento del Estado en un período determinado, así como para planificar a futuro las distintas políticas a ser llevadas a cabo. Asimismo, el Presupuesto de la Administración Pública es una herramienta fundamental del control democrático del manejo del Estado, por lo que su discusión anual a nivel Legislativo constituye una de las instancias básicas de la Democracia. En este sentido, las perspectivas macroeconómicas que se toman en cuenta al diagramar el Presupuesto cobran una importancia significativa, ya que en base a las mismas serán estimados tanto los recursos como los gastos en que habrá de incurrirse.
Teniendo en cuenta, además, la estructura federal de nuestro País, queda clara la importancia de que los Presupuestos de las distintas jurisdicciones guarden coherencia respecto a las proyecciones macro en que los mismos se basan. Si bien a nivel sub-nacional, se utilizan herramientas como el PBG (Producto Bruto Geográfico) que no están presentes en el Presupuesto de la Administración Nacional, es innecesario remarcar que el nivel de actividad de cada una de las jurisdicciones estará influido por el nivel de actividad general del País, así como del sistema internacional en general.

Dado, por otra parte, las dudas que han generado las estadísticas públicas a partir del manejo político del INDEC, creemos necesario tomar en consideración las perspectivas construidas por consultoras privadas, a fin de lograr un análisis más acabado, complementando las proyecciones públicas y comparándolas con éstas. Pasemos entonces a analizar las proyecciones realizadas por cada actor de las variables mas fundamentales.

Las proyecciones macroeconómicas del Proyecto de Ley de Presupuesto 2010 ubican a la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto en torno al 2,5%, explicado fundamentalmente por un aumento esperado de las exportaciones en torno al 8,4% anual (ubicándose cerca de los 300,000 millones de pesos) y de la inversión del orden del 8,2%. El consumo por su parte, crecería en el mismo nivel que el total del Producto, 2,7%. Asimismo, la variación de precios esperada (medida en base IPC-INDEC) es del 6,1% (similar a la proyectada en su momento para el 2009, que sin embargo, teniendo en cuenta diversas estimaciones privadas y el IPC-7 Provincias, finalizará con una inflación del orden del 12%). El tipo de cambio nominal se proyecta en 3,95 $/U$S.
Teniendo en cuenta diversas estimaciones privadas podemos considerar que el crecimiento del Producto no ha sido sobre ni subestimado en el Proyecto de Ley. En efecto, tanto BRODA, como MELCONIAN prevén un crecimiento del PIB en 2010 del orden del 3%. Respecto del tipo de cambio, BRODA opina lo siguiente: “el tipo de cambio nominal de fin de año podría ubicarse en torno de $/u$s 4.30/4.40, por más que en el Presupuesto 2010 el Gobierno afirme que lo mantendrá prácticamente fijo (promediando en el año $/u$s 3.95)”. Por su parte en el Mensaje de Ley de Presupuesto 2010 de la Ciudad de Buenos Aires se señala que el crecimiento del PIB esperado para el 2010 sea “bastante acotado (en términos de tasas de crecimiento), debido principalmente a un efecto de ‘arrastre’ estadístico del ciclo 2009”.
Por lo dicho se puede presuponer que aquella tendencia recurrente del Gobierno Nacional de subestimar el crecimiento no se presenta esta vez. Sin embargo, el hecho de subestimar el nivel de inflación permite sobreestimar la variación del gasto en términos reales y subestimar la recaudación de ingresos tributarios. Al respecto la variación de precios prevista para el 2010 por consultoras privadas esta más cercana al 15% (BRODA). Asimismo, si la devaluación del tipo de cambio resulta ser mayor a la prevista, los ingresos por retenciones a las exportaciones proyectados en el Proyecto de Ley también quedarían significativamente subestimados (CIFRA).
Respecto de la explicación de las fuentes del crecimiento esperado para el año próximo, diversas fuentes privadas coinciden en remarcar que el aumento de la demanda mundial de los productos de exportación de la Argentina, sumada a una cosecha mayor de soja a la del 2009, contribuirán a fortalecer las exportaciones, proyectadas en torno a los 60.000 millones de dólares (es decir, ubicándose aún por debajo del record de U$S 71.000 millones del 2008). En efecto, la producción total de cereales y oleaginosas esperada para el 2010 se ubica en un 36% por encima de la campaña del presente año (explicada casi fundamentalmente por al aumento de la cosecha de soja, de 32 millones de toneladas en 2009 a 52 millones en 2010). Esto sumado a una esperada suba de precios debido a la reactivación a nivel mundial y a la continuidad del debilitamiento del dólar que se pronostica hasta por lo menos mediados del 2010, son los factores que permiten esperar un aumento significativo de las exportaciones.
Asimismo, se destaca el descenso en el costo del financiamiento a nivel mundial. BRODA señala que las bajas tasas de interés en los países desarrollados, así como las más alentadoras perspectivas de crecimiento de los países emergentes, permiten prever un flujo de capitales hacia estos destinos, fenómeno que ya se está observando. En el caso de la Argentina, se destacan en la actualidad la caída del costo de financiamiento del sector público (siempre y cuando se logre cerrar un acuerdo con los holdouts) y la casi nula salida de capitales del mes de octubre, después de una marcada desaceleración en los últimos meses. De hecho el BCRA viene recomponiendo el nivel de reservas para sostener el precio del dólar.

Sin embargo, y la mención a esta variable brilla por su ausencia en el análisis macroeconómico del Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional, el nivel de empleo sigue deteriorándose. Diversas consultoras privadas sitúan al nivel de desempleo entorno al 10% y aun aumentando, aunque de manera mas lenta. La recuperación no tendría, en principio, efectos sobre los niveles de empleo hasta pasados varios trimestres, ante lo magro del crecimiento y, sobre todo, el bajo nivel de inversión.
A nivel local, el Proyecto de Presupuesto de la Ciudad para el año 2010 pronostica un crecimiento del PBG del orden del 2%, aunque se deja la incógnita acerca de cuánto puede impactar la recuperación económica internacional en el nivel de actividad interno, que vía el consumo y la producción de servicios afecta significativamente la actividad económica de la Ciudad. Respecto del nivel de inflación, el Mensaje del Proyecto de Presupuesto General 2010 remarca que “dado el tipo de cambio promedio estimado en el Presupuesto Nacional y la expansión moderada del consumo esperada, la tasa de inflación debería estar dentro del rango de un dígito de crecimiento”. A lo que agrega “En general, todos los puntos antes descritos generarán impactos en las decisiones actuales y futuras de las empresas y de los consumidores, que ante señales de crecimiento moderado seguirán con pautas o patrones de conducta conservadores, que generalmente significan racionalización y una actitud moderada en las inversiones y los gastos”.
Lo anteriormente dicho puede resumirse en la siguiente tabla:



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